Nombre de la Obra: El
país de las emociones tristes. Una explicación de los pesares de Colombia desde
las emociones, las furias y los odios.
Autor: Mauricio García Villegas
Año de Publicación:
Segunda edición: febrero de 2021
Cita Textual de la Página 13:
"Cuando yo era niño la religión estaba en todas partes. En la familia,
en el colegio, en las vacaciones, en la política, en las reuniones sociales y,
por supuesto, en las oraciones y en las misas. Estaba sobre todo en La Matilde,
la finca de mis abuelos paternos, en Manizales, donde nos reuníamos cada año en
semana Santa, en el mes de julio y en Navidad. Entre primos, tíos y abuelos
(unas 30 personas) pasábamos juntos casi 90 días del año. La vida era
comunitaria; se comía por turnos (por edades y por sexos; las mamás de
últimas); por las mañanas había filas en los baños; todos teníamos asignado
algún oficio (las mujeres más que los hombres); no había lujos; en Navidad se
mataba un marrano y se armaba el pesebre, en Semana Santa todos los hombres de
la casa se confesaban, mis tíos y mi abuelo escribían coplas; hacíamos
excursiones por las cañadas; jugábamos fútbol con los niños de las fincas
vecinas y éramos felices en ese mundo simple y austero en el que no se hacían
preguntas."
Análisis de la Cita
El pasaje seleccionado describe un conjunto de tradiciones
familiares y religiosas, que, si bien es cierto muestra un sentido de comunidad
y pertenencia, también refleja “un mundo simple y austero” construido a
partir de la ausencia de cuestionamiento crítico. El epígrafe ubicado en la
misma página 13 "Llegó la guerra y comenzó el silencio",
tomado de Luis Rosales, serviría como marco para entender cómo esa cultura del
silencio contribuyó a la perpetuación de los conflictos en Colombia. Durante el
periodo de violencia bipartidista (1946-1966) y en los años que siguieron al surgimiento
de los grupos guerrilleros (1964), muchas de las injusticias y desigualdades
sociales no se discutían abiertamente, lo que permitió que se enquistaran en la
sociedad y se convirtieran en problemas estructurales.
En este sentido, la cita refleja una sociedad en la que, al
no cuestionar el orden establecido, se normalizaban las desigualdades y se
reprimían las voces disidentes. Desde la perspectiva de la educación en
derechos humanos, este pasaje nos invita a reflexionar sobre la importancia de
fomentar el pensamiento crítico, la capacidad de hacer preguntas y la necesidad
de educar a las nuevas generaciones para que cuestionen las injusticias y
participen activamente en la construcción de una cultura de paz.
Reflexión Personal
La descripción de Mauricio García Villegas me recuerda los
desafíos que enfrentamos en Colombia al intentar transformar una cultura que,
por tradición, no ha cuestionado lo suficiente sus estructuras sociales y
políticas. En mi labor educativa, me he enfocado en abrir espacios de diálogo y
reflexión crítica, promoviendo la capacidad de cuestionar lo que se da por
sentado. En un país que ha sufrido por décadas las consecuencias del conflicto
armado, es un imperativo ético que enseñemos a las comunidades no solo a
conocer sus derechos, sino también a ejercerlos y defenderlos con valentía.
Asociación de la Publicación con una Acción
para la Garantía Integral de los Derechos Humanos
Acción Asociada: Promover
mediante la enseñanza y la educación el respeto a estos derechos y libertades
(Ver el listado completo de las acciones para la garantía integral de los
derechos humanos en: https://victormelendezguevara.blogspot.com/2024/10/actualizacion-extraordinaria-linea-del.html)
La cita de García Villegas permite argumentar sobre la
importancia de transformar la educación para que, en lugar de ser un espacio de
transmisión pasiva de costumbres, se convierta en un motor de cambio social. En
la medida en que promovamos la capacidad crítica y la conciencia de los
derechos humanos, podremos avanzar hacia una sociedad en la que las personas no
solo acepten el statu quo, sino que trabajen activamente para cambiarlo
cuando sea necesario.
Comentarios Finales
La reflexión de Mauricio García Villegas sobre su infancia
en un entorno que evitaba el cuestionamiento nos recuerda que, para avanzar
como sociedad, es esencial fomentar una cultura donde se valoren tanto las
tradiciones como la capacidad de pensar críticamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario